Sinusitis
lunes, 04 de diciembre de 2006 -
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1. Concepto y clasificación:
             
La  sinusitis se define como la inflamación de la mucosa de uno o más de los senos paranasales. En la mayoría de los casos se acompaña de inflamación de las fosas nasales, tratándose  realmente de una rinosinusitis.

Los senos paranasales son cavidades pares llenas de aire: frontales, maxilares, etmoidales y esfenoidales. El tamaño y la forma de las cavidades varían individualmente y por edades. Las celdillas etmoidales y  el seno maxilar están presentes en el nacimiento. Los senos esfenoidales se neumatizan (se llenan de aire) generalmente a los 5 años y los senos frontales aparecen entre los 7 a 8 años alcanzando su desarrollo completo en la adolescencia. Los senos maxilares son los afectados con más frecuencia.

Las sinusitis pueden clasificarse en:

  • Sinusitis aguda, dura menos de 4 semanas y los síntomas se resuelven completamente.
  • Sinusitis subaguda, tiene una duración de 4 a 12 semanas, los síntomas se resuelven completamente.
  • Sinusitis crónica, tiene una duración de más de 12 semanas, con posibles  reagudizaciones. Los pacientes presentan síntomas respiratorios  persistentes, como tos, rinorrea u obstrucción. En las reagudizaciones presenta los síntomas de la sinusitis aguda, que desaparecen tras la resolución del proceso agudo, permaneciendo los síntomas respiratorios persistentes. Son las que se asocian con más frecuencia a otras patologías: alergias, pólipos, alteraciones estructurales, etc.
  • Sinusitis aguda recurrente: cuatro o más episodios de sinusitis aguda en un año, con intervalo mínimo de diez días libre de síntomas entre los episodios.  

2. Etiología:

Locorregionales

  • Inflamación local
  • Disminución de la actividad ciliar (frío, sequedad ambiental, contaminación, tabaco)
  • Patología estructural (desviación septal, pólipos, hipertrofia de cornetes)
  • Traumatismos (barotraumatismo)
  • Hiperproducción de moco. En niños hay que descartar cuerpo extraño nasal, atresia de coanas y adenoiditis

Enfermedades sistémicas

  • Metabólicas (corticoterapia, diabetes,)
  • Autoinmunes (pénfigo, Behcet, esclerodermia, enfermedad de Wegener)
  • Hemopatias (linfoma, leucemia)
  • Genéticas (disquinesia ciliar primaria, fibrosis quística, hipoglobulinemia Ig G, etc.)
  • Alergias
  • SIDA

3. Diagnóstico:
           
El diagnóstico de la sinusitis aguda descansa en la historia clínica y en la exploración. Las alteraciones generales predisponen a cuadros bilaterales y de compromiso pansinusal, mientras que las alteraciones locales ocasionan  procesos unilaterales. El standard oro en el diagnóstico de sinusitis es la punción y aspiración directas de la cavidad del seno. Se ha demostrado que no hay correlación entre cultivos nasales y cultivos sinusales en la sinusitis bacteriana aguda. La mayoría de los estudios se limitan  al seno maxilar debido a su accesibilidad.
Los microorganismos implicados son bacterias, hongos y virus.

4. Tratamiento:
           
La mayoría de pacientes mejora espontáneamente, por lo que en un principio se aconseja tratamiento sintomático, sin antibióticos  en  cuadros leves o moderados  con sintomatología inferior a 7 días en el adulto o a 10-14 días en el niño.

Sintomático:
El Paracetamol es efectivo para aliviar el dolor y la fiebre, siendo el Ibuprofeno una alternativa. Si el Paracetamol sólo es insuficiente, puede asociarse a codeína. Suele ser necesario pocos días.

Descongestionantes.
Aunque no hay ensayos clínicos controlados se incluyen muy a menudo en el tratamiento de la sinusitis. La fenilefrina y el clorhidrato del oximetazolina son los más usados. No deberían usarse más de una semana. Los pacientes que utilizan el producto con más frecuencia o por períodos más largos pueden sufrir una rinitis medicamentosa.

Antihistamínicos.
Los antihistamínicos no han demostrado ser eficaces en el manejo de la sinusitis aguda.

Corticoides.
Los corticoides orales no han probado su beneficio en el tratamiento, a pesar de que en teoría tendrían efecto sobre la mucosa inflamada y el drenaje, por tanto, de la cavidad. Sus efectos secundarios limitarían, además, su potencial beneficio.

Duchas nasales:
pueden proporcionar mejoría de los síntomas al favorecer el drenaje de las secreciones.

Tratamiento quirúrgico.
Queda limitado a procesos que no ceden con tratamiento médico, en caso de complicaciones, así como para la corrección de factores locales que favorecen el bloqueo del complejo ostiomeatal.

5. Complicaciones:
           
Los senos implicados con mayor frecuencia en las complicaciones son los frontales y los etmoidales. Las complicaciones más comunes son las oculoorbitarias seguida de las craneales y endocraneales

 
  • Oculoorbitarias. Las más frecuentes, secundarias a una etmoiditis. Se establecen cinco estadios de gravedad creciente con alteraciones oculomotoras y visuales en progresión: celulitis preseptal, celulitis orbitaria, abceso subperióstico,  abceso orbitario y  trombosis del seno cavernoso.
  • Craneales. Secundarias a sinusitis frontal y con clínica dependiente de la afección: tabla interna (clínica más solapada y coincidente con complicación intracraneal) o externa (signos locales importantes)
  • Endocraneales. Por orden de frecuencia, las más observadas son: abscesos cerebrales (frontal y frontoparietal), meningitis, empiema subdural, trombosis del seno cavernoso y trombosis del seno lateral.
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