Autoconfianza y Deporte
miércoles, 02 de agosto de 2006 -
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1. Definición de autoconfianza:
 
Los psicólogos del deporte definen autoconfianza como la creencia de que se puede realizar satisfactoriamente una conducta deseada, lo que equivale a la suposición de que el éxito se va a conseguir.

Consiste en tener un planteamiento mental positivo sobre lo que va a suceder. Son unas expectativas realistas sobre un fin que se persigue o se desea conseguir, y de lo cual se está convencido de lograrlo.

La confianza es un determinante del rendimiento, pero no de la competencia o habilidad del deportista.

La confianza óptima equivale a estar convencido de que se pueden alcanzar los objetivos marcados invirtiendo un gran esfuerzo en ello, lo cual significa que el deportista siempre va a tener una buena ejecución, hecho que es esencial si quiere desplegar su potencial máximo. Los objetivos han de ser realistas.

Se pueden cometer errores o pérdidas de concentración u otras situaciones adversas en determinados momentos, pero si la confianza en uno mismo es la óptima, ayudará a afrontar estas adversidades.

Cada persona es diferente y presenta un grado óptimo de confianza. Sin embargo, comenzarán los problemas cuando se produzcan la falta de confianza o el exceso de confianza:

            - La falta de confianza en personas que poseen grandes destrezas físicas necesarias para lograr el éxito crea una falta en su capacidad para ejecutar dichas destrezas en condiciones de presión; o lo que es lo mismo, cuando hay presión de la competición, el deportista con falta de confianza no desarrollará al máximo sus virtudes o habilidades.
Las dudas sobre uno mismo debilitan el rendimiento, aumentan la ansiedad, rompen la concentración y provocan indecisiones que hacen que la ejecución sea peor. Las personas con falta de confianza centran más su atención en sus puntos débiles que en sus habilidades, lo que les provoca esa falta de concentración sobre su objetivo o tarea principal.

            - El exceso de confianza provoca en las personas una seguridad falsa de sí mismas. Su rendimiento disminuye porque creen que no tienen porqué preparase o esforzarse para mejorar en una tarea. Esto les puede llevar a sobrestimarse y a no prepararse bien de cara a la competición, o a subestimar al rival, que juega más motivado y concentrado.
Este exceso hace que nos relajemos y no nos concentremos al máximo de cara a la competición, que no nos preparemos bien, y todo esto nos lleve a malas ejecuciones en la competición.

A veces se observa un falso exceso de confianza cuando los deportistas tratan de disimular las dudas sobre sí mismos ante sus entrenadores. Los entrenadores animan a sus jugadores a sentirse seguros, por lo que estos no quieren dejar ver sus carencias, fingiendo un exceso de confianza para ocultar las sensaciones reales de duda e indecisión.

2. Repercusiones de la autoconfianza:

La autoconfianza influye sobre:

1) Las emociones positivas: la autoconfianza influye activando estas emociones positivas, lo que permitirá que el sujeto se sienta más seguro de sí mismo, más tranquilo y relajado en condiciones de presión  y  con un estado mental que le permitirá ser más enérgico.

2) Motivación: la autoconfianza influye aumentando la motivación del sujeto, ya que supone que si hace las cosas bien, conseguirá su objetivo, lo que le motiva para el futuro a conseguir dichos objetivos.

3) Concentración: la autoconfianza influye facilitando la concentración, ya que cuando una persona siente confianza, su mente se halla bajo menos presión y “se libera” para concentrarse en la tarea en cuestión, ya que no se fijará en si lo hace mal o bien, sino simplemente en hacerlo como sabe.

4) Objetivos: la autoconfianza influye en los objetivos en la medida en que las personas seguras de sí mismas tienden a marcarse objetivos estimulantes y a esforzarse y a luchar por conseguirlos. Por tanto, la confianza en nosotros mismos permite que nos planteemos objetivos cada vez más altos y  que logremos nuestro máximo potencial.

5) Esfuerzo: la confianza influye aumentando el esfuerzo, ya que la cantidad y duración del esfuerzo realizado en busca de un objetivo depende en gran parte de la confianza. Esto es porque los deportistas que creen en sí mismos son muy persistentes y no se rinden, dando el máximo esfuerzo para conseguir el objetivo.

6) Resistencia física: al igual que el esfuerzo, la autoconfianza influye aumentándola, ya que la confianza en uno mismo hace reducir los síntomas del agotamiento, tanto físico como mental, produciendo que el cuerpo esté en las mejores condiciones para conseguir esas metas.

7) Estrategia de juego: la confianza afecta a estas estrategias porque los deportistas seguros de sí mismos juegan para ganar, lo cual produce que no tengan miedo de correr riesgos y asumir el control de la competición. En cambio, si no tienen confianza, juegan para no perder, lo que produce que sean indecisos (tratan de no cometer errores).

8) Habilidad para manejar la presión: la autoconfianza, al aumentar las emociones positivas, la motivación y la concentración, hace que el jugador se relaje mentalmente, ya que, al confiar en sí mismo, no se crea en torno a sí mismo un estado de presión sobre lo que sucede a su alrededor, compitiendo más relajado y con menor presión.

9) Probabilidad de lesionarse: la autoconfianza influirá disminuyendo la probabilidad de lesión, ya que ésta se corresponde en gran medida con el grado de motivación, concentración y predisposición del jugador.


 
3. Confianza y rendimiento:
           
La relación entre confianza y rendimiento puede representarse mediante una curva en forma de U invertida. El rendimiento mejora a medida que aumenta el nivel de confianza, hasta el punto óptimo, a partir del cual al aumento de la confianza le corresponde una disminución en el rendimiento, o lo que es lo mismo, en sus niveles de ejecución.
 

4. Modelo conceptual sobre la confianza en el deporte (Vealey, 1986):

Tanto este modelo como sus instrumentos nos permiten obtener una predicción consistente de las conductas de los diferentes deportes. Vealey definió la confianza como “la creencia o el grado de certeza que los individuos poseen acerca de su habilidad para tener éxito en el deporte”. En el modelo se distinguen varios aspectos:

            a) Confianza “rasgo”: que es la creencia o el grado de certeza que los individuos poseen usualmente acerca de su habilidad para tener éxito en el deporte.

            b) La orientación competitiva: se refiere a un análisis sobre si el deportista se orienta preferentemente a los resultados o a la ejecución. Vealey las diferenció en dos:    1- jugar bien, y 2- ganar, como las metas sobre las que se basa la orientación del deportista.

            c) Confianza “estado”: que es la creencia o el grado de certeza que los individuos poseen en un momento o situación particular sobre su habilidad para tener éxito en el deporte. Tanto la autoconfianza rasgo como la orientación competitiva interactúan con la situación objetiva del deportista para producir la autoconfianza estado.

5. Entrenamiento de la autoconfianza:

La confianza es algo que produce la persona por sí misma, pero ésta puede entrenarse para aumentarla. Para ello, es necesario que los deportistas analicen situaciones donde han tenido una confianza óptima, así como otras donde tuvieron exceso o falta de la misma. Se analiza mediante diversas preguntas y en diversas situaciones y, a partir de estos resultados, sabremos en qué áreas necesitaremos intervenir para que el deportista consiga su nivel óptimo de confianza. Con el entrenamiento conseguiremos mejorar la confianza del deportista y así tener más posibilidades de obtener un buen rendimiento en su deporte.

La autoconfianza se puede mejorar mediante diversas técnicas:

  • Visualización o práctica imaginada.
  • Establecer metas realistas.
  • Establecer metas de rendimiento.
  • Autodisciplina.
  • Actitud positiva.
  • Control de la anticipación negativa.
  • Buena preparación física.
  • Rutinas y estrategias.

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