Los Procesos de Atribución en el Deporte
lunes, 03 de julio de 2006 -
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1. Definición de atribución. Clasificación y funciones: 

Una atribución es la búsqueda de la causa de un acontecimiento, y por lo tanto, de la explicación de dicho acontecimiento o comportamiento.
Las teorías de la atribución estudian las causas de los comportamientos tal y como son percibidos por los individuos y las consecuencias que conllevan tales percepciones subjetivas. Se centran en el presupuesto de que el deportista es un procesador activo y mediador de la información. Por tanto, podemos definir la atribución como un proceso de explicación de eventos del medio y/o comportamientos propios y de los demás.

En el proceso de atribución causal la recepción de estímulos del ambiente en el que se desenvuelve el deportista y la información almacenada en su memoria influyen en la forma en que dicho deportista percibe y valora las situaciones en las que se encuentra y, en consecuencia, emitirá atribuciones (causas) que le permitan comprender dichas situaciones. La búsqueda de estas explicaciones es algo habitual en la vida del deportista. 
Diferenciamos tres tipos de atribuciones:

  • Atribución causal: entender el éxito o el fracaso mediante la búsqueda elaborada de las causas de un acontecimiento.
  • Atribución disposicional: saber cómo es realmente la persona con la que el deportista tiene que competir, centrándose en los procesos  de formación de una impresión.
  • Atribución de responsabilidad: el deportista se pregunta hasta qué punto es responsable de un acontecimiento.

En cuanto a las funciones de las atribuciones (para qué las hacemos), podemos establecer tres niveles:

  • Para controlar nuestro entorno.
  • Para mantener, mejorar y proteger nuestra autoestima personal.
  • Para conseguir una autopresentación positiva ante los demás.

2. Modelo atribucional de Weiner para el éxito y el fracaso:

Una de las cuestiones más interesantes para jugadores y entrenadores es conocer el porqué del éxito y del fracaso, dado que eso les permite conocer las causas de los resultados obtenidos, y, en consecuencia, planificar las actuaciones futuras tanto en los entrenamientos como en la competición.

El modelo que ha supuesto un marco de referencia básico es el modelo de Weiner, donde se proponen dos dimensiones categorizadas en cuatro factores utilizados por los individuos para predecir y explicar los acontecimientos que ocurren en la realización de una tarea.

La dimensión Locus de Control consiste en atribuir la causalidad a factores:

            1-Internos: como la habilidad o el esfuerzo.
            2-Externos: como la dificultad de la tarea o la suerte.

La dimensión Estabilidad consiste  en atribuir la causalidad a factores:

            1-Estables: como la habilidad o la dificultad de la tarea.
            2-Inestables: como el esfuerzo o la suerte.

 

LOCUS DE CONTROL (Causalidad)

 

Interno

Externo

ESTABILIDAD

Estable

Habilidad
(Capacidad)

Dificultad de la tarea
(Rival o categoría)

Inestable

Esfuerzo

Suerte
(clima)

3. Consecuencias afectivas de las atribuciones causales:
           
            Las emociones y expectativas que se producen en función de las atribuciones y el resultado son:

SEGÚN LAS ATRIBUCIONES:

  • Locus de causalidad (internas o externas): determina los sentimientos del deportista ante el resultado obtenido.
  • Estabilidad (estable o inestable): determina las expectativas del deportista para sus futuras acciones.

SEGÚN LOS RESULTADOS:

  • ÉXITO: el deportista puede sentirse de cuatro formas diferentes en relación con el éxito:

1- Si atribuye la causa a aspectos que dependen directamente de él (factores internos), como haber realizado un gran esfuerzo o su gran habilidad técnica, produce en el deportista un sentimiento de satisfacción consigo mismo y buenas expectativas para el futuro, en el sentido de tener autoconfianza para afrontar nuevos retos.

2- Si atribuye la causa a aspectos que no dependen de él (factores externos), como haber tenido suerte, ser favorecido por árbitros, etc., produce que el deportista no sienta el mismo grado de satisfacción que en el caso anterior, pero aun así el éxito produce cierta satisfacción. El grado de autoconfianza para el futuro sería inferior al del  caso anterior.

3- Si atribuye la causa a aspectos que son estables, es decir, causas que a través del tiempo no varían considerablemente, como la habilidad, produce en el deportista un sentimiento de satisfacción y potencia las expectativas de éxito para el futuro, debido a que, como las causas del éxito actual son estables, es muy posible que se repitan en el futuro.

4- Si atribuye la causa a aspectos inestables, es decir que variarán a través del tiempo, como la suerte, fallos del rival, etc., produce en el deportista un sentimiento de satisfacción menor y las expectativas para el futuro no serán tan positivas, ya que las causas de la victoria se han producido de forma fortuita y es difícil que se repitan.

  • EL FRACASO: el deportista puede sentirse, al igual que ante el éxito, de varias formas diferentes que influirán en su motivación personal:

1- Si atribuye la causa a aspectos que dependen directamente de él (factores internos), y además estables (perduran en el tiempo), como que siempre falla la táctica, o siempre le falla la concentración, o le falta habilidad, produce en el deportista sentimientos negativos de frustración y enfado, pudiendo generar expectativas negativas hacia el futuro.

2- Si atribuye la causa a factores internos, pero inestables (no perduran en el tiempo), como la falta de esfuerzo, produce en el deportista sentimientos de expectativas de mejora, ya que podría cambiar la causa de la derrota esforzándose más.

3- Si atribuye la causa a aspectos externos (que no dependen de él), como el árbitro, produce en el deportista sentimientos de protección de la autoestima, ya que el fracaso no se ha debido a su actuación, sino a factores externos que están fuera de su alcance.

4. Emociones en el deporte: implicaciones para deportistas y entrenadores:

La dimensión de estabilidad o inestabilidad de las causas resulta importante en la generación de expectativas de futuro, tanto positivas como negativas. La implicación más importante para los deportistas es el hecho de saber atribuir causas a factores inestables, permitiendo tener en mente la posibilidad de cambiar y modificar las cosas.

El papel del entrenador es muy importante, centrándose en la tarea de superación del deportista y de hacer las cosas correctamente, más que en la búsqueda de las victorias (aunque esto sea importante en el deporte de elite), lo cual hace mantener un buen nivel de expectativas incluso cuando hay fracasos, produciendo emociones positivas independientemente del resultado (lo importante es el esfuerzo y la dedicación del deportista)

Las emociones determinarán la motivación futura hacia el desarrollo deportivo y la consecución de nuevas metas.

5. La reestructuración atribucional:

La reestructuración atribucional es una técnica que ayuda a cambiar las atribuciones negativas del deportista ante el fracaso (o el éxito atribuido a causas externas e inestables) cuando existe el riesgo de desarrollar conductas negativas que lleven al abandono y sentimientos negativos hacia uno mismo.

Lo que se pretende es potenciar la creación de estados emocionales positivos y buenas expectativas de futuro tras conseguir un éxito o un fracaso.

Las claves de esta reestructuración  están en:

            - Evitar que el deportista atribuya un fracaso a la falta de habilidad (causa interna y estable).
            - Promover que el deportista realice atribuciones a factores que pueda controlar.

En definitiva, se trata de hacer que el deportista atribuya los fracasos a causas inestables, específicas y controlables.

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