El Grupo Deportivo y su Estructura
miércoles, 29 de marzo de 2006 -

Según la Asociación de Psicólogos Americanos (APA), la Psicología del Deporte y de la Actividad Física es el estudio científico de los factores psicológicos que están asociados con la participación y el rendimiento en el deporte, el ejercicio y otros tipos de actividad física. Los profesionales de la psicología del deporte se interesan por dos objetivos principales: ayudar a los deportistas a utilizar principios psicológicos para mejorar su rendimiento y comprender cómo la participación en el deporte, ejercicio y actividad física afectan al desarrollo psicológico del individuo, su salud y bienestar a lo largo de su ciclo vital. Siguiendo esta línea conceptual, en los próximos artículos se considerarán aspectos de especial relevancia práctica en el baloncesto. En primer lugar, nos acercamos a la importancia del grupo como sistema y las repercusiones que esta concepción tiene en el rendimiento deportivo:

 

1.  ¿Qué es un grupo?


Un conjunto de individuos como tal no constituye, necesariamente, un grupo: la característica definitoria clave de un grupo es la interacción entre sus miembros. Los integrantes de un grupo interactúan para cumplir un cometido. Cuando pensamos en equipos deportivos lo que normalmente nos viene a la cabeza es un grupo de deportistas que trabajan juntos para alcanzar objetivos tanto individuales como colectivos.

 

2. Cómo un grupo se convierte en equipo:


La formación de un equipo es un proceso evolutivo. Los grupos pasan por una secuencia de desarrollo de cuatro fases que van desde la simple agrupación de personas hasta el equipo propiamente dicho:

 

- Constitución: los miembros del grupo se familiarizan unos con otros. Después de que cada deportista ha encontrado su sitio en la estructura del equipo, se constituyen y ponen a prueba las relaciones interpersonales, incluidas las que se crean entre los líderes y el resto de los integrantes.


- Conflicto
: se caracteriza por la rebelión contra el líder, la resistencia al control por parte del grupo y el enfrentamiento interpersonal. En esta fase, los entrenadores necesitan comunicarse con los deportistas de manera objetiva.


- Normalización:
la solidaridad y la cooperación sustituyen a la hostilidad. Los deportistas trabajan juntos para alcanzar objetivos comunes. En lugar de competir por el estatus o algún tipo de reconocimiento, los jugadores tienen como meta la economía de esfuerzo y la eficacia en la tarea.


- Ejecución:
en esta fase final los miembros del equipo se unen para canalizar sus energías a fin de lograr el éxito del equipo. Los papeles están bien definidos y los jugadores se ayudan unos a otros para triunfar.

 

3.  Estructura del grupo:


            Cada grupo desarrolla su propia estructura. La estructura de un grupo depende en gran parte de las interacciones de sus miembros. Para que un grupo de deportistas llegue a ser un equipo eficaz deben desarrollarse ciertas cualidades estructurales. Dos de las más importantes son los papeles de grupo y las normas grupales:


           
Un papel consiste en el conjunto de conductas requeridas o esperadas de la persona que ocupa una cierta posición en un grupo.  Se puede mejorar la eficacia de un equipo garantizando que los jugadores entiendan (claridad) y acepten sus papeles (aceptación). Un programa eficaz de establecimiento de metas puede clarificar los papeles.


           
Una norma es un nivel de ejecución, un patrón de conducta o una creencia. Dado que las normas pueden tener poderosos efectos en la conducta, es imprescindible que un entrenador establezca normas o estándares de grupo positivos. Un buen método consiste en reclutar a los líderes formales e informales de un equipo para que den ejemplos positivos. Siempre que sea posible, es conveniente contar con todos los miembros del equipo a la hora de  tomar decisiones sobre las normas adoptadas.

 

4. Creación de un clima de equipo eficaz:


            El clima de equipo se desarrolla a partir del modo en que los jugadores perciben las interrelaciones en el seno del mismo. Las apreciaciones y evaluaciones de los jugadores son las que determinan la atmósfera del grupo, si bien el entrenador puede ejercer la máxima influencia en el establecimiento de la misma.

 

5. La presión de las normas sociales:


Las normas pueden tener una enorme influencia sobre los miembros individuales de un grupo.


- Apoyo social:
el apoyo social se refiere a un intercambio de recursos entre, al menos, dos personas, del que el proveedor y el destinatario perciben la pretensión de potenciar el bienestar de éste último. El deportista necesita el apoyo emocional de los compañeros de equipo, entrenadores, familiares y amigos. El respaldo positivo es especialmente importante cuando aquél siente que no tiene un buen rendimiento o que no llega a desarrollar todo su potencial. La creación de un clima eficaz que conlleve respaldo y respeto mutuos es el primer objetivo en la preparación de los equipos para los rigores de la competición.


- Proximidad:
las personas tienen más probabilidades de vincularse entre sí cuando están cerca unas de otras. Los vestuarios y los viajes garantizan esa proximidad. Algunos entrenadores universitarios promueven la unidad de los equipos haciendo que los deportistas vivan juntos en una residencia. Esta interacción, combinada con una semejanza de actitudes, puede ayudar a establecer la identidad del equipo.


- Distintividad:
cuando un grupo se siente distinto, aumentan sus sentimientos de identidad y unidad. En el deporte, la distintividad se consigue tradicionalmente por medio de equipaciones y lemas, rituales especiales o privilegios particulares. Al hacer que los miembros del equipo se sientan únicos y distintos de los demás conjuntos, un entrenador ayuda a desarrollar y a moldear un concepto de equipo.


- Imparcialidad:
la interpretación que los deportistas hacen de la imparcialidad gira en torno a tres cuestiones centrales: el grado de compatibilidad entre las evaluaciones del jugador y del entrenador sobre las destrezas y contribuciones del primero al equipo; el modo en el que el entrenador comunica sus puntos de vista a los deportistas; la percepción del deportista de que el entrenador está intentando ayudarle a mejorar.


- Similitud:
la similitud entre los integrantes del equipo con respecto al compromiso, las actitudes, las aspiraciones y las metas es importante para lograr una atmósfera positiva. El entrenador debe hacer que un grupo diverso de deportistas trabaje conjuntamente para acabar siendo más parecidos que diferentes. Cuando más semejantes se vean entre sí los miembros de este grupo mayor es la probabilidad de que desarrollen un concepto sólido de equipo.

 

6.  Ejecución individual y de equipo en el deporte:


Un buen equipo es algo más que la suma de sus partes. El factor clave de la ecuación está en lo bien o mal que se trabaja en equipo.

 

- Modelo de Steiner:


Ivan Steiner creó un modelo para mostrar la relación entre las capacidades o recursos individuales de un equipo y el modo en que sus miembros interactúan. Se representa mediante la siguiente ecuación:


Productividad real = Productividad potencial – pérdidas debidas a procesos de grupo erróneos.

 

La productividad potencial se refiere a la mejor ejecución posible de un equipo, teniendo en cuenta la capacidad, los conocimientos y las destrezas de cada jugador.


El modelo de Steiner da a entender que la productividad real de un equipo no se corresponderá normalmente con su productividad potencial.

Cuando un equipo utilice con eficacia sus recursos disponibles para satisfacer las demandas de la tarea, su productividad real o rendimiento se acercará  a su productividad potencial.

 

-  Relación entre las destrezas individuales con la ejecución del grupo:


En 1954, Comrey y Deskin investigaron la relación existente entre rendimiento individual y de grupo para analizar el modo en que los procesos erróneos de grupo reducen la productividad. Observaron que, al margen del nivel de destrezas motoras individuales utilizadas en la tarea, cuando dos o más personas trataban de interactuar de formas precisas, su capacidad de anticiparse cada una a los movimientos de la otra y de regular sus acciones en función de ello era al menos tan importante como sus cualidades individuales de ejecución.


En 1974, Jones estudió equipos profesionales, centrando su atención en las estadísticas de los jugadores individuales. Encontró una relación positiva entre la eficacia del equipo y el rendimiento individual satisfactorio, si bien en baloncesto (cuyas interacciones son las más complejas) la relación era menor. Parece que allí donde es más necesaria la cooperación y la interacción disminuye la importancia de la capacidad individual y aumenta la de los procesos de grupo.

 

- Efecto Ringelmann:


Ringelmann llevó a cabo un estudio inédito en el que observó la acción de tirar de una cuerda tanto de personas solas como de grupos de dos, tres y ocho personas. La ejecución relativa de cada persona mostraba una disminución progresiva a medida que el número de ellas en cada grupo era mayor.


A continuación, Ingham y otros autores quisieron determinar si las pérdidas resultantes del aumento de tamaño del grupo se debían a una menor coordinación o a una reducción de la motivación. Los resultados fueron casi idénticos a los del primer estudio; es decir, el rendimiento promedio descendió hasta el 85% en los grupos de tres personas, sin que hubiera anteriores disminuciones en las ejecuciones individuales a medida que el tamaño del grupo aumentaba, con lo que se llegó a la conclusión de que las diferencias entre el rendimiento real y el potencial no se debían a un descenso de la coordinación sino de la motivación.
 


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