Fractura del Metatarsiano por Sobrecarga
jueves, 27 de julio de 2006 -
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 Metatarsiano fracturado
 

Concepto:
           
Llamada también “enfermedad del caminante”, la fractura del metatarsiano por estrés o sobrecarga revela un pie insuficiente en jóvenes sometidos a marcha o carrera continuadas. Durante la carrera, los deportistas se elevan sobre los dedos de los pies (“despegue”), ejerciendo una presión excesiva sobre la cabeza de los metatarsianos, especialmente la de los dos primeros. El segundo, tercero y cuarto son susceptibles a la fractura porque sus diáfisis son muy delgadas.

Etiología:

Los factores de riesgo son el pie cavo, los zapatos que absorben mal los impactos y la osteoporosis. Las fracturas previas en el pie predisponen a las fracturas por sobrecarga (llamándose fracturas patológicas si tienen lugar en una zona fracturada previamente o alterada desde un punto de vista anatomofisiológico). Así mismo, los movimientos intensos repetidos sobre el metatarso son un factor perpetuante de la sobrecarga y, por tanto, de la fractura en caso de que esta se haya producido.

Síntomas, signos y diagnóstico:
           
Los pacientes suelen presentarse con dolor en el antepié tras un esfuerzo intenso o prolongado que desaparece a los pocos segundos de dejar el ejercicio.

Al volver al ejercicio, el inicio del dolor es cada vez más temprano, y puede llegar a ser tan intenso que impida el ejercicio y persistir incluso después de que el sujeto esté en reposo en cama. Si el ejercicio se sigue de una bipedestación prolongada, puede aparecer equimosis en la zona tumefacta y dolorida.

Es importante establecer un diagnóstico diferencial con la Enfermedad de Kohler II (malacia de la cabeza del segundo metatarsiano) y con fracturas antiguas.

La palpación del área tumefacta produce dolor.

La radiografía no permite diagnosticar la fractura hasta que se forma el callo de fractura, de dos a tres semanas después de la lesión. Por tanto, es muy importante tener en cuenta que una radiografía sin hallazgos patológicos realizada inmediatamente después de la lesión o de la aparición de la sintomatología no excluye el diagnóstico de fractura.

En ocasiones, la gammagrafía ósea con difosfonato de tecnecio es necesaria para llegar a un diagnóstico de certeza.

Tratamiento:

El tratamiento consiste en evitar la carrera, usar el calzado apropiado para absorber los impactos y, tras la consolidación, realizar la carrera sobre hierba u otras superficies blandas. Resultan de gran ayuda el vendaje compresivo y la aplicación de hielo en la zona.

No suele ser necesaria la inmovilización con escayola
, aunque cuando se utiliza se debe mantener durante una a dos semanas porque pueden provocar una atrofia muscular excesiva y retrasar la rehabilitación.

La consolidación suele tardar de tres a doce semanas, (incluso más en sujetos de edad avanzada o con compromiso del sistema inmune).
Las mujeres con fracturas por sobrecarga recidivantes pueden presentar osteoporosis y deben ser evaluadas periódicamente y tratadas de forma individualizada.


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