LEB Oro: De los piques a la tradición en los emotivos derbis de sangre
miércoles, 12 de diciembre de 2018 - Basket Masc.- www.feb.es


Sergi y Erik Quintela, madrugador duelo de hermanos (Foto: Javi Enjuanes)

No son pocos los apellidos que han sonado por duplicado a lo largo de las dos últimas décadas en una Liga LEB Oro acostumbrada a agasajarnos cada año con un doble enfrentamiento familiar por temporada, pero nunca antes el espectador había podido disfrutar con tantos “derbis de sangre” como en una campaña 2018/19 en la que los duelos entre hermanos trascenderán de las pistas a los banquillos e incluso a los despachos.

Será en la tarde del próximo sábado cuando el derbi andaluz entre el Covirán Granaday el Real Betis Energía Plusnos traiga uno de esos vibrantes duelos de hermanos con el ya clásico enfrentamiento entre los Almazán Sierra. Unos Eloy y Pablo que poseen el récord de hermanos con mayor número de temporadas conjuntas disputadas (16) en una Liga LEB Oro en la que ninguna otra pareja ha disputado más partidos que ellos (483).

Un “derbi de sangre”que, sin embargo, ha sido habitual a lo largo de la historia en una competición en la que los hermanos Álex y Txemi Urtasun inauguraron -con su duelo de la temporada 2003/04- un camino seguido tiempo después por Joan y Sergio Riera (2009/10), por unos Héctor y Adrián Macía que compartieron equipo durante toda una década en el Liberbank Oviedo, o por unos Ricardo y Mikel Úriz que cedieron incluso el protagonismo de sus múltiples duelos a su hermano pequeño Nicolás Úriz con su enfrentamiento ante Mikel en la campaña 2013/14.

Aunque ninguna otra temporada a lo largo de los 22 años de historia de la Liga LEB Oroha contado con tantos duelos familiares como una 2018/19 en la que son hasta siete las parejas de hermanos que se citarán sobre las pistas ya sea para compartir equipo en dos de sus casos o para enfrentarse en duelo directo en otros dos de ellos. Un año enriquecido por dos históricos duelos entre entrenador-jugador y directivo jugador.

  

Eloy, Pablo y el show de los récords de la familia Almazán:

Separados por cinco años de edad, pero criados ambos en la cantera del Unicaja Málaga, Eloy y Pablo Almazán se vieron por primera vez las caras en la Liga LEB Oro en una campaña 2010/11 en la que debutaron de la mano para defender los colores del Adepal Alcázar y el Clínicas Rincón respectivamente. Un único duelo decantado a favor del pequeño de ellos y que dio paso a cuatro campañas de enfrentamientos antes de unir sus caminos en las filas del Melilla Baloncesto.

Allí, ambos iniciaron una vida deportiva en común que tuvo como premio el primer ascenso de hermanos a la Liga Endesa antes de separar de nuevo sus caminos cuando el mayor de ellos decidió poner rumbo a casa para liderar el proyecto del Covirán Granada en la Liga LEB Plata. Dos Copas LEB Plata y un título como campeón de Liga después, Eloy regresaba este verano a la competición para reencontrarse con su hermano y seguir alimentando esa carrera de récord en la que ambos suman un total de 16 temporadas y 483 partidos en conjunto con unas cifras muy similares entre ambos.

Todo un reencuentro que les ha llevado a defender por primera vez la bandera de su Andalucía natal desde dos equipos “enfrentados” por su rivalidad autonómica. Un hecho que el propio Eloy destaca como uno de los pocos pendientes en su carrera conjunta:“Después de regresar este verano a la LEB Oro con el Covirán Granada me hizo mucha ilusión que Pablo fichara con el Real Betis Energía Plus porque eso significaba ya no sólo que iba a poder estar en un equipo que luchara por el ascenso sino también que íbamos a defender los dos los colores de nuestra Andalucía y que a lo largo de la temporada nos íbamos a enfrentar en varias ocasiones. En pretemporada nos vimos ya en los dos partidos que disputaron nuestros equipos pero él no pudo jugar en ninguno de los dos por lesión así que este primer partido de Liga va a ser especial por ser el primero del año, el primero después de mucho tiempo y nuestro primer derbi andaluz en la élite”.

Y es que su reencuentro en Granada el próximo sábado será todo un acontecimiento para una familia Almazán Sierra que rivalizará sobre la pista pero también en las gradas:“Son partidos especiales porque durante el año los tienes marcados en rojo en el calendario. Durante la semana vas hablando pero, cuando llega el partido hay varias fases, comienzas con los saludos y las bromas antes del calentamiento, de ahí pasas a la tensión del partido en la que deja de haber familia sobre la pista porque lo único que quieres es lo mejor para tu equipo. Y, por último lo mejor de todo, el reencuentro a la salida del pabellón junto a nuestros padres, familiares,amigos… ya que a ellos son a los que más ilusión les hace. Ahí nos juntamos,hablamos, hacemos algunas fotos de recuerdo y hablamos un rato antes de separarnos”.

Erik Quintela y Sergi Quintela o cuando la fortuna se alía con el pequeño:

Habían compartido equipo durante sus primeros años de carrera en las filas del Xuven Cambados en la Liga LEB Plata hasta que ambos dieron el pasado curso el salto definitivo a una Liga LEB Oro a la que iban a llegar para quedarse. Un año con objetivos diferentes para uno y otro y que se saldó con la conquista de la Copa Princesa y el título de Campeón de Liga para el pequeño de ellos, un Sergi Quintela que entraba así en la historia del baloncesto gallego.

Algo menos de fortuna corrió el mayor de la familia, un Erik Quintela que no pudo lograr en Logroño en ansiado reto de la permanencia con su CB Clavijo pero que se ganó a pulso la posibilidad de continuar en una competición en la que ambos lograron sus primeros éxitos individuales con la conquista de un doble galardón como MVP de la jornada separado únicamente por unas pocas semanas (J.29 - J.33).

Con Erik rumbo al Iberojet Palma durante el verano y Sergi cedido al Força Lleida para continuar creciendo como jugador, el destino quiso que ambos se enfrentaran en una primera jornada de competición saldada con triunfo del “ilerdense”. Un triunfo que, a buen seguro, seguirá coleando durante los próximos días sobre la mesa en las celebraciones navideñas en familia:“Durante los años en Cambados habíamos podido compartir equipo y siempre había sido él quien había estado más pendiente de mí que yo de él por eso de ser el pequeño. Estaba pendiente de poder ayudarme, de aconsejarme y de que las cosas me salieran bien pero desde que el año pasado nos enfrentamos por primera vez, este tipo de partidos siempre tienen una motivación extra porque te ayudan a saldar durante algunos meses ese pique entre hermanos sobre cuál delos dos es mejor que el otro. Siempre hay bromas al respecto y más aún porque el hermano mayor nunca ha sido capaz de ganarme aunque es algo de lo que no me gusta alardear (risas)”.

Un duelo con el que ver recompensado el trabajo y el esfuerzo de una familia realizada en cada enfrentamiento directo:“El hecho de enfrentarnos en una Liga como la LEB Oro es una alegría enorme para nosotros porque supone toda una recompensa a toda esa ilusión con la que hemos trabajado desde pequeños para poder llegar hasta aquí. Quiere decir que el camino recorrido no ha sido en vano y que nuestro esfuerzo durante todo este tiempo ha merecido la pena. El vernos por primera vez el año pasado frente a frente fue todo un orgullo para nuestra familia y el poder hacer un MVP cada uno algo que recordaremos durante mucho tiempo porque somos conscientes de la dificultad que tiene el poder hacer lograr algo así”.

Alejandro y Álvaro Reyes, los herederos de un talento de Liga Endesa:

Crecieron viendo como el baloncesto era parte del día a día en un hogar en el que todos se volcaban cada fin de semana con los partidos de su padre. Y no era para menos ya que Alejandro y Álvaro son los dos hijos mayores de un Miguel Ángel Reyes que disputó 449 partidos en la Liga Endesa y 8 con la camiseta de la Selección Española. Sin lugar a dudas toda una garantía genética para unos herederos que se han convertido en la primera pareja de hermanos LEB Oro descendientes de un ex jugador que ha visto cómo entre ambos suman ya más de un centenar de partidos en la competición.

Eso sí, los 11 últimos compartiendo la camiseta del Carramimbre Valladolid tras la llegada de Álvaro al equipo durante el pasado verano. El mejor homenaje posible para su predecesor sobre una cancha del Polideportivo Pisuerga en la que disputó no pocos encuentros a lo largo de su carrera y que se ha convertido ahora en cómplice formativa de dos jugadores con mucho futuro en sus manos y a los que sigue muy de cerca en cada partido.

Así lo reconoce un Alejandro Reyes con 108 partidos ya a sus espaldas:“Siempre ha estado muy pendiente de nosotros y, aunque en nuestros primeros años de carrera sí que era un poco más “pesado”dándonos muchos consejos y sugiriéndonos lo que podíamos hacer sobre la pista,en estas últimas temporadas se ha centrado más en disfrutar con los partidos.Viene a la pista con mi madre y nuestro hermano pequeño y disfruta de lo que ve sobre la pista, Eso sí, al día siguiente siempre nos gusta hablar con él para ver cómo ha visto el partido y en qué puede ayudarnos a mejorar porque para nosotros es todo un lujo el poder tener en casa a un ex jugador profesional de su calidad y su experiencia”.

Un valor añadido para una temporada en la que está compartiendo algo más que minutos:“La verdad es que está siendo muy divertido porque no pensé que me fuera a resultar tan sencillo el acostumbrarme a compartir equipo con alguien con quien me “peleo” como hermano todos los días. Estamos disfrutando mucho de esta experiencia porque él se ha amoldado muy bien a un equipo que le ha recibido como a uno más de esta familia y que nos ha llevado a compartir muchas horas del día tanto dentro como fuera de la pista donde estamos haciendo muchos planes en común pese a no vivir juntos. Aunque yo siga siendo un jugador muy joven, en los entrenamientos intento aconsejarle con esa experiencia que he ido adquiriendo durante estos años para que sepa por dónde van los tiros y para que todo le sea un poco más sencillo”.

Aleix y David Font, el talento de un futuro de color blaugrana:

Apenas suman 38 años entre ambos lo que nos da una ligera pista del enorme futuro que puede llegar a marcar las carreras de unos Aleix y David Font que coinciden este año en el filial del Barça Lassa en la LEB Oro para ejercer como la pareja de hermanos más joven de la competición. Un título honorífico que, sin embargo, no supone ningún complejo para ellos a la hora de afrontar con valentía todos los minutos de juego de los que disponen en un equipo en el que comparten incluso posición.

Con Aleix convertido ya en todo un referente tanto del equipo (81 partidos) como del baloncesto europeo (4 campeonatos internacionales), David ha debutado este año en la categoría con el deseo de poder seguir los pasos de su hermano mayor quien ha debutado incluso con el primer equipo blaugrana en un año en el que ha podido celebrar el primer MVP de su carrera durante las primeras jornadas de la competición.

Un año con el que disfrutar sobre las pistas y que tal y como explica el propio Aleix, les está sirviendo para poder disfrutar de una pasión conjunta:“Este está siendo el primer año que estamos teniendo la oportunidad de jugar mucho el uno contra el otro y la experiencia está siendo realmente buena ya que, hasta ahora, sólo habíamos coincidido en momentos concretos cuando estuvimos en Irlanda y a él lo subían a entrenar con mi equipo aunque, por aquel entonces, él jugaba de pívot y no coincidíamos sobre la pista. Esta temporada nos toca emparejarnos mucho en los entrenamientos lo que hace que tengamos algunos piques entre nosotros a la hora de ver quién lo hace mejor aunque, siendo sincero, nunca hemos sido de pelearnos ni de tener problemas entre nosotros”.

Y es que ambos jugadores disfrutan al máximo dentro de las pistas pero también fuera de ellas donde su “conexión sanguínea” está contribuyendo a su entendimiento en el juego del equipo:“Este año nos está sirviendo para poder pasar mucho tiempo juntos ya que él todavía no conduce -aunque está a punto de sacarse el carnet- y viene todos los días a los entrenamientos en mi coche. Hablamos mucho de baloncesto, solemos empezar con LEB Oro, con Liga Endesa, con Euroliga… y cuando terminamos siempre encontramos más temas hablando de NBA o incluso jugando el uno contra el otro al 2K. Además, de vez en cuando cae algún que otro concurso de tiro entre nosotros pero ninguno de los dos podemos presumir de victorias ya que,generalmente, se reparte al 50% entre nosotros”.

Alejandro y Javi, dos recién llegados con aroma gaditano:

Con unos cuantos años ya de experiencia a sus espaldas, los hermanos gaditanos Marín Ortega han sido los últimos en sumarse al ya amplio listado de familiares que se encontrarán en este año en la competición. Dos jugadores con una cierta similitud con los Almazán en cuanto a su origen andaluz y con un parecido con los Quintela por su llegada a la Liga tras varios años de coincidencia en la LEB Plata bajo una misma camiseta -la del CB Morón.

Y es que tanto Alejandro como Javi están viviendo este año en paralelo sus primeras horas de vuelo tras la conquista del ascenso con el Covirán Granada por parte del mayor de los hermanos y una vez confirmado el salto del pequeño desde el club sevillano a todo un decano como el Melilla Baloncesto.

Un reencuentro con ascenso previo que ha supuesto una nueva visión dentro de la familia acerca de los enfrentamientos entre uno y otro tal y como explica el base del conjunto melillense:“Para nosotros el poder encontrarnos sobre una pista siempre ha sido un orgullo.Durante los últimos años nos habíamos ido acostumbrado a esta situación compartiendo equipo en el Aceitunas Fragata Morón primero y enfrentándonos el uno al otro después cuando Alejandro se marchó a Granada pero creo que ninguno de esos partidos había sido tan especial como nuestro primer enfrentamiento esta temporada. Después de muchos años hemos tenido la ocasión de jugar por primera vez el uno contra el otro en una Liga tan profesional como es la LEB Oro y eso es algo muy valioso para nosotros, especialmente para nuestra madre que es la más neutral en la grada celebrando las canastas de los dos con la camiseta del uno y la bufanda del otro”.

Una división de sentimientos que, sin embargo, no ha evitado que la competitividad entre hermanos aflore después de cada enfrentamiento. Porque si algo tiene claro Javi es lo que no debe pasar en las horas previas:“Lo cierto es que ninguno de los dos somos muy habladores y por eso no solemos picarnos mucho en los días previos a los partidos. No solemos hablar de cómo es el día a día de nuestros equipos o de cómo estamos entrenando por eso de no dar tampoco muchas pistas y preferimos dejarlo todo para cuando pasan los partidos y podemos picarnos con quién metió más puntos que el otro o quién ganó los partidos. El año pasado él me ganó los 4 enfrentamientos directos así que este año le había prometido revancha y, por el momento, no he faltado a mi palabra porque voy ya 1-0”.

Jordi y Roger Grimau, los supervivientes de una generación reconvertida:

Sergi, Roger y Jordi. Tres fueron los hermanos Grimau que llegaron a coincidir a lo largo de sus extensas carreras tanto en las pistas de la Liga LEB Oro como en las de la Liga Endesa. Una generación no exenta de talento y que comenzó a tocar tierra con la retirada de los dos primeros durante los últimos años hasta dejar a su hermano pequeño como el último superviviente familiar. Así, Jordi se alistó ya en solitario en las filas de un Chocolates Trapa Palencia con el que se despidió de unos “derbis sanguíneos” que le habían acompañado durante toda su carrera.

Lejos de poder verse de nuevo sobre una pista con uno de sus hermanos frente a frente, el exterior del conjunto palentino recuperó durante la segunda jornada esa adrenalina familiar con el duelo de su equipo ante un Barça Lassa B con un Grimau de nuevo en su roster, en esta ocasión un Roger Grimau reconvertido a técnico y que ejerce este curso como ayudante de Diego Ocampo en el filial blaugrana.

Un atípico enfrentamiento pista/banquillo que el pequeño de los Grimau valora con orgullo desde la capital palentina:“Después de dos años sin poder disfrutar de lo que había sido habitual durante muchas temporadas, este año ha sido muy bonito el poder compartir de nuevo momentos así con uno de mis hermanos. Cuando dejamos de hacerlo comenzamos a valorarlo mucho más y por eso este año hemos disfrutado de ese reencuentro quees fruto del trabajo y la dedicación que él ha puesto para poder llegar a ser entrenador. Este verano pude comprobarlo bien porque entrenó conmigo durante 15 días en Ibiza para preparar la pretemporada y fue un momento muy especial porque me agradó mucho el ver cómo me ayudaba. Estoy contento de que haya podido volver a un club como el Barça que es su casa y donde merece estar siendo un referente para todos esos jugadores que sueñan con poder verse en el primer equipo. Es una persona muy comprometida con el club y a la que espero que le vaya realmente bien en esta nueva etapa”.

Aunque ahora desde el otro lado, a Roger le tocará explotar sus conocimientos de su hermano y ahora rival para tratar de frenarlo como técnico en una segunda vuelta en la que vivirán, esta vez sí, un duelo atípico para ellos:“Para nosotros siempre ha sido una suerte el haber podido enfrentarnos durante tantos años en ACB. Eran partidos muy especiales porque el hermano pasaba a ser un rival, sobre la pista no entendíamos de lazos familiares y cada uno íbamos a por lo nuestro que no era otra cosa que el intentar ganar el partido para nuestros equipos. Este año también ha sido especial porque los roles han cambiado mucho pero los enfrentamientos no dejan de ser especiales. Fue especial encontrarnos aunque él no pudiera jugar y casi que mejor porque no sé si para mí hubiera sido muy cómodo el tener que hacerle el scouting (risas) pero estoy seguro de que nos encontraremos de nuevo en la segunda vuelta estando los dos sobre la pista para sentirnos orgullosos el uno del otro y disfrutando de una carrera que esperamos poder prolongar durante muchos años”.

Raúl y Víctor Pérez, del duelo de triplistas al hermano oficinista:

Muchos años han transcurrido desde que Raúl Pérez y Víctor Pérez se vieran por última vez las caras sobre una pista de baloncesto. Un hecho fruto de los 14 años de edad que separan al histórico triplista de la Liga Endesa de su hermano pequeño y que, sin embargo, no impedirán que los caminos deportivos de uno y otro vuelvan a cruzarse durante la presente temporada en la Liga LEB Oro.

Y es que el mayor de los Pérez trabaja a día de hoy como Responsable de Relaciones Institucionales de un Real Betis Energía Plus que, tras su descenso a la Liga LEB Oro, se enfrentará por primera vez en su historia al Liberban Oviedo en el que milita su hermano Víctor desde el pasado 2013. Un duelo que ha traspasado los límites de las pistas y que enfrentará ahora a directivo y jugador por un triunfo con el que demostrar la ambición de sus respectivos conjuntos.

Situación atípica en la historia de los derbis familiares y que vivirá su primer enfrentamiento durante las presentes navidades con el regreso de Víctor a la capital hispalense. Un duelo que el escolta “ovetense” espera ya con ilusión:“Va a ser un partido muy especial por muchos motivos. Me enfrentaré a Raúl pero también regresaré a la pista en la que jugué hace muchos años y en la que pasé grandísimos momentos como profesional. Tengo muchas ganas de ese partido y de ese pique familiar del que llevamos hablando desde el verano porque estoy seguro de que seré yo quien pueda ganar y llevarse la victoria. Después del partido me quedaré ya en Sevilla para pasar la nochevieja donde le voy a recordar que ese partido del 28 de diciembre va a ser su inocentada de Navidad con la victoria de mi Liberbank Oviedo”.

 


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