De tener que reinventarse cada verano por la revalorización de sus jugadores de referencia a convertirse en la primera opción de sus propias estrellas a la hora de planificar su futuro, ese ha sido el camino recorrido durante las cuatro últimas temporadas por un Leyma Coruña que ve este verano la vida de otro modo.

¡Cuidado con este Leyma Coruña! Esa fue una de las frases más repetidas por jugadores, técnicos y aficionados durante el tramo final de la pasada temporada en una Liga LEB Oro en la que el conjunto coruñés se convirtió en uno de los planteles más temidos de la competición. Y quién hubiera podido imaginarlo allá por el mes de noviembre cuando el plantel coruñés se encontraba hundido al fondo de la tabla con un balance de 1 triunfo y 7 derrotas que para nada habían hecho justicia a lo exhibido sobre la cancha.

Una reacción que llegó a través de una base sólida, la presencia en el banquillo de un Tito Díaz para el que arrojar la toalla no entró nunca dentro de sus planes. Sólo de este modo pudo entenderse el despegue en la competición de un grupo que alcanzó velocidad de crucero mediada la segunda vuelta para poder ejercer como candidato a todo durante la fase final.

Unos playoffs por el ascenso en los que fueron capaces de eliminar a todo un coco como el Cafés Candelas Breogán, en el que pudieron contra las cuerdas al a la postre vencedor Melilla y en el que, sobre todo, hicieron germinar la semilla del baloncesto en una ciudad en la que este verano se ve la vida de otra manera.

Y es que, convertidos ya en toda una referencia deportiva en la ciudad, los gallegos incrementarán ligeramente su presupuesto (15-20%) este curso para poder mantener en sus filas a las principales estrellas de un vestuario que cree firmemente que el próximo puede ser un gran año para el conjunto herculino.

Tito Díaz, el técnico que enseñó a creer:

Llegó a Riazor coincidiendo con la segunda campaña del Leyma Coruña en la Liga LEB Oro y lo hizo con el objetivo prioritario de asentar al club en la competición pero desde entonces a Tito Díaz le ha sobrado tiempo para poder cumplir con un sinfín de objetivos.

Un exitoso camino que le llevó a convertirse a comienzos del verano en objeto de deseo para algunos de los clubes más potentes de la competición, cantos de sirena que sin embargo no lograron desviarle de su camino ya que si algo tuvo claro desde el principio fue que el margen de crecimiento de su equipo puede ser aún muy amplio de cara al próximo curso.

Todo un mago de la pizarra tal y como pudo comprobarse -si había alguna duda- durante una fase final del pasado curso en la que dominó de principio a fin la batalla táctica de cada encuentro y en la que pocos tiempos muertos fueron tan efectivos como los suyos encontrando la reacción de sus jugadores sin la necesidad de volverse loco trazando líneas imposibles de seguir sobre su pizarra. La palabra fue su mejor arma así como un aval clave a la hora de validar su renovación por un equipo en el que cumplirá este año su cuarta temporada.

Hasta seis renovaciones para seguir creciendo:

Atrás quedaron los tiempos en el que el Leyma Coruña ejercía como la mejor oportunidad para aquellos jugadores que buscaban minutos con los que crecer en la competición para poder dar el salto a clubes de entidad superior. Y es que la entidad gallega ha pasado de ser esa cenicienta que tras su sueño de media noche veía marchar a sus estrellas a la reina de un baile en el que su escudo es ya una prioridad para sus jugadores de cara a la siguiente campaña.

Y si no que se lo digan a un Sergio Olmos que ha apostado un año más por el club norteño pese a la explosión protagonizada el pasado curso y que le llevó a estar en la gran mayoría de quinielas de cara a la Liga Endesa. Salvo movimiento de última hora, el center valenciano permanecerá en la ciudad y lo hará acompañado de otras cinco renovaciones tras la continuidad del capitán Ángel Hernández o los foráneos Ben Stelzer, Dagoberto Peña, Zach Monaghan y Gediminas Zyle.

Tan sólo son dos los nombres que por el momento no continuarán en el proyecto muy a pesar de los deseos de su técnico pero poco pudo hacer el club ante el anuncio de retirada de su hasta entonces capitán Jesús Castro, así como ante el salto a la Liga Endesa de un Beka Burjanadze que jugará el próximo curso en el MoraBanc Andorra.

Sin lugar a duda el mejor comienzo posible a la hora de planificar la que es en estos momentos la plantilla más adelantada de la competición de cara a una temporada a la que miran ya desde lo alto de la Torre de Hércules con ilusiones renovadas.