Adecco LEB Oro: Defensa para la supervivencia
sábado, 20 de diciembre de 2014 - Basket Masc.- www.laopinioncoruna.es

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 Jesús Castro lideró el ataque de Leyma con 19 puntos
 

El Leyma dominó de principio a fin al Melilla gracias a su defensa para lograr su segunda victoria consecutiva. Los pupilos de Tito Díaz realizaron un gran inicio del encuentro, lo que les permitió ir siempre con ventaja. Y tuvieron capacidad de reacción para frenar los intentos de remontada cuando los visitantes despertaron. Jesús Castro lideró el ataque con 19 puntos y Rowley, con su trabajo solitario bajo tableros, fueron los hombres más destacados del encuentro.

Los primeros minutos fueron de color naranja. La fluidez en el ataque, liderado por un inspiradísimo Jesús Castro (diez puntos en tres minutos), la defensa y la superioridad en el rebote permitió al Leyma abrir brecha en el marcador, incluso de diez puntos. Todo salía bien. Entraron cuatro triples y cuando no se acertaba, se volvía a intentar con varios rebotes ofensivos que permitían segundas oportunidades. Cuando uno de estos pilares empezó a fallar (el rebote), el Melilla fue poco a poco entonándose. Había entrado con timidez al Palacio de los Deportes, pero consiguió llegar al fin del primer cuarto con vida (23-15).

El inicio del segundo parcial estuvo más igualado. El Leyma estaba más espeso en ataque, pero pese a que solo consiguió anotar de inicio dos tiros libres de Ángel Hernández y un rebote de Burjanadze, el Melilla lo máximo que se acercó fue a seis puntos. Dobos, que había entrado para dar oxígeno a Rowley, se cargó de faltas. Tito Díaz decidió entonces jugar sin cinco para mantener fresco al norteamericano. Los coruñeses convirtieron un handicap en una virtud. La velocidad de circulación de la pelota por el perímetro fue vertiginosa y, cuando más atascado estaba el equipo, dos triples, uno de Jesús Castro y otro de Hernández, volvieron a estirar la ventaja hasta los doce puntos (33-21). Dos triples del Melilla y el trabajo en la pintura la redujeron a cinco al descanso (40-35).

Las alarmas se dispararon cuando en el arranque del tercer cuarto el Melilla se puso a la par por primera vez en el partido (sin contar el 0-0 inicial) con un 42-42 que preocupó a los locales. Llegaba el momento de ponerse el traje de faena. Había que remangarse en defensa y sudar hasta la última gota en ataque. Con estas consignas la brecha se instaló en los siete puntos (55-48) antes de afrontar los últimos diez minutos.

Con el 59-56, se necesitaba una ayuda para disipar los fantasmas de las remontadas cuando se tenía todo a favor. Surgió entonces Kyle Rowley. Con un 2+1, seguido de un triple de Jesús Castro, una buena defensa que obligó al Melilla a agotar los 24 segundos de posesión y otra canasta del pívot norteamericano pusieron un tranquilizador 68-60 y cimentaron un triunfo que ya no escapó (75-65).


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