Volvió a protagonizar un desastroso final el Leyma Básquet Coruña. Empezó bien, muy acertado, pero no supo gestionar su ventaja y se metió en un agujero del que no pudo salir. Más que nada porque el Huesca estaba esperando ese bajón, con sus armas en la mano, para dar el golpe, remontar y de este modo lograr su primera victoria del curso. Un verdugo inteligente que supo aprovechar su momento. No como el equipo de Tito Díaz.

Pese al resultado final, cabe destacar el abrumador inicio de los naranjas. Como carta de presentación en tierras oscenses, el cuadro coruñés le endosó un parcial de 13-0 a su rival. Aunque fueron los locales los que abrieron el marcador con un triple obra de Vicedo, no volvieron a tocar la red en los siguientes cinco minutos. Es más, cerraron el primer cuarto con tan solo siete puntos en su cuenta personal. Muestra de la fortaleza en defensa de los herculinos y también del poco acierto anotador del Huesca, sobre todo en los lanzamientos exteriores.

Y cuando estos rebotaban en el tablero, ahí estaban Rowley y Dobos para capturarlos. Hasta siete y ocho rebotes, respectivamente, consiguieron los pívots del Leyma para ayudar a su equipo a aumentar la renta (7-22). También se lucieron Ángel Hernández y Beka Burjanadze con los dos primeros triples de los coruñeses.

Ese tremendo despliegue del Básquet Coruña, lógicamente, no podía ser infinito. Aunque sabía que para vencer necesitaba estar pletórico durante los 40 minutos de juego. Cuando decayó y cometió algún error, ahí estaba el Huesca para hacérselo pagar. Troutman (23 puntos) no tuvo piedad y todo lo que falló en la primera parte empezó a encajar después del paso por los vestuarios.

Él fue quien comenzó la remontada, el que empató el choque (51-51) y el que encontró el atajo para llegar al triunfo antes que el Leyma. Mientras, Jesús Castro intentaba mantener la cabeza fría. Fue el mejor valorado del conjunto de Tito Díaz con 18 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias y 3 faltas recibidas. Pero él solo no podía hacer frente a Vicedo, Brizuela y compañía.

Fue entonces cuando se abrió un abismo entre ambas plantillas. Los locales se motivaron, sobre todo al ver tan cerca el primer triunfo del curso, y los visitantes fueron perdieron las fuerzas aunque llegaron a anotar 22 puntos en el cuarto definitivo (83-73). Al final, la recompensa fue para el que no se dio por vencido. El Leyma, en cambio, regaló todo por lo que había trabajado. Ahora, borrón y cuenta nueva.